El origen del nombre proviene del quechua chirimuya, que significa "semillas frías", ya que germina a elevadas altitudes. El Chirimoyo es originario de América, procede de los Andes, de Perú y Ecuador. Los navegantes españoles la llevaron a África y de allí a Oriente.
Consumo y propiedades curativas
La Chirimoya, es una fruta que posee muchas y buenas propiedades, su consumo es muy bueno para la salud de todos, niños, adolescentes, mayores...
A los estudiantes y a las personas de edad avanzada les ayuda a reforzar la memoria mientras que a las personas de mediana edad les tonifica, les estimula y les ayuda a combatir el estrés diario.
Desde un punto de vista dietético y nutricional, podemos decir que se digiere sin ninguna dificultad debido a las poderosas enzimas que posee. Los pediatras aconsejan hacer purés o zumos con su pulpa ya que posee mucho calcio, fósforo, hierro, potasio, magnesio, azúcares (entre un 5 y un 10% de su peso) y proteínas (16%). También tienen vitaminas Niacina, Riboflavina, Tianina, ácido fólico, ácido ascórbico y antioxidantes.
Debido a la fibra que contiene, ayuda en el intestino arrastrando el colesterol malo y regula la flora intestinal, por lo tanto, ayuda a combatir los problemas de estreñimiento.
No es aconsejable su consumo por aquellas personas que desean perder peso o padecen de diabetes, pues contienen muchos azúcares, sin embargo, es muy recomendable su consumo por aquellas personas que tienen problemas de anemia y osteoporosis.
Su consumo también es recomendable por aquellas personas decaídas, fatigadas o nerviosas, ya que tienen una acción ansiolítica y tranquilizadora.
Por: Rocío OLmo
