- El fotoprotector se reparte por absolutamente todo el cuerpo media hora antes de la exposición solar, antes de vestir el traje de baño.
- Se reaplica concienzudamente cada dos horas: a partir de ese tiempo, su efectividad decrece y hasta desaparece.
- No se usa para tomar más el sol, sino para evitar los daños solares durante una exposición sensata y responsable.
- Hay que ser muy generoso en la aplicación para disfrutar de la protección que indica el envase.
- Baños en el mar, roce con la arena o con la toalla... hacen desaparecer la crema y, por tanto, obligan a reaplicarla.
Por: Saray Fernández
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