Cubrirás tu piel con un halo de hidratación y juventud si mezclas en un tarro 200g de harina de avena, 100g de flores secas de lavanda y 100g de sal marina. Vierte una taza de esta mezcla bajo el chorro de agua caliente de la bañera y, a continuación, agrega 5 gotas de aceite esencial de lavanda, previamente diluidas en un vaso de leche entera. Sumérgete en el agua y disfruta al máximo de este baño de propiedades relajantes y rejuvenecedoras.
Por: Saray Fernández
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